6 de marzo de 2010

Tema

Villa Rotonda, gracias Palladio


La Villa Rotonda de Andrea Palladio es la imagen que tiene todo arquitecto, en nuestro caso, estudiantes de este arte, de la "mansión" perfecta donde nos gustaría vivir en la época del Renacimiento. Desde luego, no hemos hecho este artículo para hablar de cuántas columnas jónicas tiene, ni de cómo son sus esculturas... todo esto es algo secundario. Estamos hablando de algo más importante y especial para esta obra, como es su relación con el lugar donde se implanta.

La Villa ubicada a las afueras de Vicenza es, si no la primera, la más importante obra de arquitectura occidental que se relaciona con su entorno inmediato de una forma fascinante. En este aspecto, la arquitectura oriental nos llevaba un poco de ventaja.

Se halla en la cima de una pequeña colina redondeada que hace que desde el primer momento que se ve la obra nos transmita una idea de superioridad por estar a un plano superior al nuestro y que cuando nos vamos acercando por el camino de acceso, en toda mente de un conocedor de historia del arte y arquitectura nos recuerde a un edificio religioso que se posa a una cota más elevada, como la misma idea del acrópolis ateniense, tanto es la idea de esa arquitectura religiosa que es la primera obra en incorporar una cúpula a una vivienda. ¿Pero por qué? la respuesta: su cliente, sacerdote, conde y vicario apostólico de los Papas Pío IV y Pío V.

Esta arquitectura nos habla de un lugar. Inconcebible, aunque no lo parezca, de ser entendida en otro sitio diferente. Su planta cuadrada girada para conseguir un soleamiento parecido en sus fachadas que además juegan con una armonía perfecta con ese sitio, tanto es así que cada lado fue proyectado conforme a lo que estaba orientado.

Sin esta obra el lugar estaba incompleto. Una armonía perfecta entre la simetría del edificio y la asimetría del entorno. El sitio sin la villa era maravilloso, pero ahora, es una parte del mismo Cielo reflejada en la tierra.

Esta casa fue proyectada para un hombre que sabe que la naturaleza está hecha para él por lo que no tiene que protegerse sino dominar aquello que le rodea. Es una extroversión del interior proyectado en el lugar. Damos gracias a Palladio por enseñarnos que la arquitectura Renacentista es más que un simple juego geométrico.

1 comentario:

  1. Muy acertado el texto, en relación a la forma poética de implantación en el lugar, creo que sería capaz de comparar Palladio con Álvaro Siza, espero no crear un conflicto y que discutamos sobre esto, un saludo!

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